.Flamencos en Temaikén Pintura Sumi-e |
Como no podía ser de otro modo en una historiadora, comenzaré por el principio. Que el Shiatsu es un masaje japonés ya lo sabemos. En nuestra cultura Occidental tendemos a pensar que todo aquello que procede de Oriente y no puede ser comprado en un comercio de “los chinos” o una tienda de electrodomésticos tiene que ser milenario. En muchos casos así es, pero no en el que nos ocupa, puesto que el Shiatsu ni siquiera es centenario, por lo que sabemos cuanto aconteció en torno a su nacimiento, desarrollo y difusión.
Ideogramas del término "Shiatsu" |
La palabra Shiatsu 指圧 está compuesta por los ideogramas 指 (shi), que significa dedo, y 圧 (atsu), presión. Literalmente, “presión con los dedos”. Se consideran antecedentes del Shiatsu diferentes técnicas de presión con los dedos que, conocidas bajo el nombre de “Anma”, se desarrollaron en China desde el III Milenio a.C. para aliviar el dolor. Las técnicas fundamentales del Anma son las fricciones, percusiones y vibraciones, ejercidos de modo que equilibren los flujos de sangre y energía del organismo a través de los 14 meridianos descritos por la Medicina Tradicional China (MTC). Fue el japonés Tokujiro Namikoshi (1905 - 2000) quien inventó el método Shiatsu tras observar los resultados de los peculiares masajes con que aliviaba desde muy niño a su madre, enferma de poliartritis reumatoide. Iba complaciendo las peticiones de su madre insistiendo en las maniobras con las que decía sentir un alivio mayor del dolor, al tiempo que observaba aspectos como la temperatura, la rigidez y el dolor de las diferentes zonas que trataba. Su intuición lo condujo a trabajar especialmente la región toracolumbar a ambos lados de la columna, práctica que después se ha demostrado que estimula las glándulas suprarrenales y promueve la secreción de cortisona.
La espectacular mejoría de su madre estimuló a Tokujiro, por una parte, a continuar investigando sobre la capacidad de auto-curación del organismo humano y, por otra, al estudio académico de Anma y Masaje. De esta suerte de experiencia y conocimiento, Namikoshi creó una nueva terapia cuya base es la presión sobre el cuerpo con los dedos y las manos, ejecutada por el shiatsu-shi de forma perpendicular. También invirtió en el Shiatsu el sentido del tratamiento, al comenzar a trabajar partiendo desde las zonas más cercanas al corazón hacia la periferia, mientras que el Masaje lo hace desde exterior hacia el corazón.
Lucía Dueñas, de Centro Shiatsu Jerez, con los maestros Matsuko Namikoshi, Takashi Namikoshi, Fernando Cabo y Thais Ortega (Dir. y profesora de Shiatsu Yasuragi en UK y Madrid respectivamente) |
Con estas innovaciones, el estímulo llega a los músculos más profundos, ablandando los tejidos más profundos y generando en las arterias el denominado efecto Venturi*, que no hace sino mejorar la circulación de los líquidos orgánicos. En 1925, inauguró su primera clínica de Shiatsu en Hokkaido, Japón, desde donde trabajó en los tres pilares que han permitido el desarrollo de su terapia: su vocación de terapeuta, la enseñanza de su método y la perseverancia por el reconocimiento institucional. Éste fue llegando poco a poco, como una novela de entregas.
En 1955 fue aprobado legalmente como parte del Anma; En 1957, la licencia de su Instituto; En 1964, el Shiatsu fue reconocido y definido por el Ministerio de Salud y Bienestar en los términos expuestos arriba. El crecimiento exponencial fue obra de Shizuto Masunaga, quien exportó el Shiatsu al resto del mundo en años setenta. Desde entonces, como signo de su vitalidad y riqueza, se han creado escuelas que, si bien hunden sus raíces con firmeza en el Shiatsu Namikoshi, divergen en algunos aspectos. En España, las escuelas más extendidas son la Shiatsu Zen y la Shiatshu Yasuragi.
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Lucía Dueñas
Shiatsu-shi
Centro Shiatsu
Jerez
©Se permite la
copia, citando Centro Shiatsu Jerez
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